"El aprendizaje del español (o el de idiomas ajenos) presenta ciertas inconveniencias culturales y pedagógicas. Si bien es posible manejar un cerebro paralelo con un traductor veloz a la derecha que transmita a la izquierda los impulsos correspondientes al deseo comunicativo no siempre es fácil de dominar y en los días de humedad el sistema suele atascarse y hacernos sentir muy mal. Si manejásemos sentimientos o sensaciones en lugar de palabras el cantar sería otro. Por supuesto que llegar a controlar las sensaciones para transformarlas en palabras en otro idioma no es una empresa fácil; requiere tiempo, voluntad, coraje, memoria y cierta capacidad más desarrollada en unos que en otros. Se puede hablar un idioma sin sentirlo, pero eso nos impedirá percibir y expresar sensaciones fuertes ligadas al humor, la tristeza, la risa y el llanto. Mi idea al enseñar es que cada sensación genere en el alumno dos opciones comunicativas y que el cerebro sólo haga el esfuerzo de tomar hacia un lado u otro según su conveniencia. La memoria juega un rol preponderante y el nuevo idioma ocupará un gran espacio en nuestro cerebro, así y todo no se notará considerando el pequeño porcentaje que utilizamos de su capacidad. Se puede enseñar español con libros, con música, con diálogos grabados, con ejercicios de opción múltiple, etc., etc. Con cualquier método se aprenderá un poco y cada maestro se inclinará por unos o por otros. Mi método no tiene libros, tiene muchas palabras y se basa en la comprensión de los sonidos y en la causas y efectos naturales del idioma. “¿trataste?, sí, yo traté; ¿Tratarás? No, no trataré; ¿tratas? Trato” No es una idea original, otros la usan con más o menos éxito, y yo estoy convencido de que se trata de un camino simple de comprensión del español. Durante años he preparado mis propios ejercicios y ellos se han ido modificando y corrigiendo a base de experiencia. Quizás de un ejercicio de 25 preguntas hoy queden 17, pero esas 17 han sido respondidas por muchos estudiantes y me han demostrado su efectividad.
La enseñanza grupal exige una mayor estructura que las individuales. Es imprescindible poseer un principio y un final para las clases y cierto manejo de tiempos de aprendizaje. En todo grupo hay rápidos y lentos y a todos hay que hacer sentir bien. Las clases individuales significan un acuerdo no escrito entre alumno y maestro donde ambos tienen la responsabilidad de detectar los problemas y falencias de las partes. Por supuesto que la mayor responsabilidad es del maestro, pero es su obligación prestar atención a las reacciones, errores y virtudes del alumno para optimizar las sesiones. Considero los libros una molestia en las clases individuales, aunque los ejercicios son imprescindibles como indicadores de nivel. La comunicación oral y escrita con sus correspondientes correcciones es una manera honesta de enseñar. Por supuesto que también es trabajo del maestro (quizás el más importante) descubrir los tópicos de conversación que resulten interesantes al alumno y lo impulsen a expresar sus ideas y opiniones" Cruz J. Saubidet®
UNA COSA LLEVA A LA OTRA
LA NOVELA DE LA DECADA. Ed.Alexandría Lib INC. 90 pag. ¡Intensas!
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